La huella humana en los gases de efecto invernadero.

Foto ONU/Mark Garten
Un perro en Uummannaq, Groenlandia

Los gases de efecto invernadero (GEI) se producen de manera natural y son esenciales para la supervivencia de los seres humanos y de millones de otros seres vivos ya que, al impedir que parte del calor del sol se propague hacia el espacio, hacen la Tierra habitable. Un siglo y medio de industrialización, junto con la tala de árboles y la utilización de ciertos métodos de cultivo, han incrementado las cantidades de gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera. A medida que la población, las economías y el nivel de vida crecen, también lo hace el nivel acumulado de emisiones de ese tipo de gases.
Los océanos se han calentado, las cantidades de nieve y hielo han disminuido y el nivel del mar ha subido. De 1901 a 2010, el nivel medio mundial del mar ascendió 19 cm, ya que los océanos se expandieron debido al hielo derretido por el calentamiento. La extensión del hielo marino en el Ártico ha disminuido en cada década desde 1979, con una pérdida de 1,07 × 106 km2 de hielo cada diez años.  

Debido a la concentración actual y a las continuas emisiones de gases de efecto invernadero, es probable que el final de este siglo presencie un aumento de 1–2° C en la temperatura media mundial en relación con el nivel de 1990 (aproximadamente 1,5–2,5°C por encima del nivel preindustrial). Así, los océanos se calentarán y el deshielo continuará. Se estima que el aumento del nivel medio del mar será de entre 24 y 30 centímetros para 2065 y de 40 a 63 centímetros para 2100 en relación al periodo de referencia de 1986-2005. La mayoría de los efectos del cambio climático persistirán durante muchos siglos, incluso si se detienen las emisiones.

Vehículos eléctricos autónomos

Los vehículos que utilizan gasolina o petróleo diesel como combustible son responsables de gran parte de la contaminación ambiental, por lo que es una de las primeras áreas donde se deben buscar alternativas.

Los vehículos eléctricos no son nuevos, pero no gozan de popularidad por ofrecer escasa autonomía en sus baterías. La solución no sólo estaría en coches que rindan más, sino que sean inteligentes y autónomos a la hora de escoger la mejor ruta, tal como lo hacen actualmente los automóviles sin chofer de Google.


Uso de iluminación LED
No basta con cambiar las ampolletas incandescentes por las de bajo consumo. El futuro de la luz eléctrica está en las LED, una tecnología que gasta 10 veces menos que las que usamos en la actualidad.
Dado que la iluminación consume casi el 7% de la energía a nivel mundial, el cambio de luces comunes por las LED sería un tremendo aporte, aunque no sólo basta con modificar el tipo de luz, sino que también utilizarla con responsabilidad, lo que se logra con aparatos inteligentes y un cambio de mentalidad.


Amplificar el potencial energético de los paneles solares

La captación de energía fotovoltaica es una forma barata de ganar energía. El próximo paso está en mejorar el potencial de captación de los paneles solares, esperando que la gente sea capaz de obtener desde el sol toda la energía que necesitan.
Se trataría de un ejemplo del poder disruptivo de los paneles solares, en que el uso de éstos últimos reemplazaría a la energía eléctrica que se consume a nivel hogareño, sin existir un intermediario.La idea es que sobre energía, la que se utilizaría por ejemplo para cargar los coches eléctricos. Para ello, es necesario mejorar el potencial de captación de los paneles y popularizar su uso.



Producción y uso de energía nuclear

Si bien se viene utilizando energía nuclear hace más de 40 años, todavía es una fracción ínfima de la que necesita el mundo. Lograr una forma segura, efectiva y económica de utilizar reactores nucleares, podría terminar con el problema de las emisiones dañinas de la formas tradicionales de extraer energía.

Cada vez son más los países que se atreven con mini plantas de energía nucleary ya existen empresas que ofrecen el servicio de crear estos reactores que, utilizando desechos nucleares, puedan almacenar y distribuir energía a la población.


Vídeos explicativos sobre el cambio climático 









Panamá: efectos del cambio climático sobre la agricultura
El cambio climático representa una seria amenaza para las sociedades centroamericanas por sus múltiples impactos previstos en la población y en los sectores productivos. En términos fiscales constituye un pasivo público contingente que afectará las finanzas públicas de los gobiernos por varias generaciones. Se estima que para 2030 Centroamérica aún producirá menos de 0,5% de las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI) del planeta1, pero al mismo tiempo ya es una de las regiones más vulnerables ante los embates del cambio climático.El objetivo del presente documento es examinar los impactos potenciales del cambio climático sobre el sector agropecuario panameño. A lo largo del documento se discuten los resultados obtenidos acerca de los efectos en el sector considerando variaciones en la temperatura y precipitación. Básicamente, el análisis se centra en explicar los impactos que el cambio climático podría generar sobre la producción agropecuaria y sobre los ingresos producidos por concepto de venta de la tierra.Los resultados obtenidos a partir de los índices de producción agropecuaria y de cultivos señalan que a mayores niveles de precipitación acumulada en los meses de mayo a octubre originarían beneficios positivos sobre el sector debido a que el nivel que permite obtener la máxima producción aún no se había alcanzado en 2005. También es importante indicar que de experimentar disminuciones en la precipitación acumulada los efectos serían contrarios, es decir, los niveles de producción en ambos índices disminuirían. Asimismo, los ejercicios de sensibilidad realizados con los índices de producción agropecuaria, de cultivos y pecuaria, muestran que el calentamiento global ha generado que la temperatura registrada en 2005 no sea la más adecuada para crear efectos positivos a esta actividad, por el contrario, es posible apuntar que cada aumento marginal de la misma se traduciría en pérdidas para el sector en su conjunto.

Causas del cambio climático en Panamá 

La sequía y la contaminación por nitrógeno, entre otros factores relacionados con el cambio climático, están provocando la pérdida de los recursos forestales en el istmo panameño. Esto según un informe publicado por el Observatorio Global de la Tierra del Centro de Ciencias Forestales del Trópico (CTFS-ForestGEO).
Estos cambios, generados por el impacto ambiental del hombre, pueden agravarse en un futuro, de acuerdo al Instituto de Investigaciones Tropicales Smithsonian (STRI). Los efectos no sólo se ven en Panamá, todo el mundo registrará este impacto en mayor o menor medida.
Según informa Teorema Ambiental, este documento presenta datos recolectados desde 1981 hasta la fecha, en la isla Barro Colorado, Panamá. Esta región enfrenta un grave problema de deforestación, lo cual generó un aumento de dióxido de carbono en la atmósfera del 16%, registra un incremento de temperatura, en promedio de 1 grado fahrenheit (0.6 grados centigrados) ha experimentado cambios en las precipitaciones en un 30%.

  • En India y Borneo, el verano ha causado la muerte de árboles.
  • En Estados Unidos, los ciervos comen árboles antes que lleguen a la madurez.
  • En Canadá, el deshielo de su capa permanente y la contaminación por nitrógeno promueven la muerte de los bosques.

Como resultado, los ecosistemas están registrando cambios drásticos que afecta su equilibrio. Los animales cambian sus hábitos alimenticios, otros modifican su migración. Si continuamos sobre el mismo rumbo, pronto experimentaremos nuevos climas en diferentes regiones. Es por ello que resulta importante estudiar estos fenómenos.
Los efectos del cambio climático ya se están viendo en la naturaleza, a nivel global:
Por esto resulta importante el trabajo realizado por CTFS-ForestGEO para entender los cambios que ocurren; analizar los patrones y encontrar respuestas que nos ayuden a encontrar soluciones, para impulsar la conservación de los bosques y otros ecosistemas. Por el bienestar de la madre naturaleza y los seres humanos.


México enfrenta el cambio climático con tecnología
Personal de las Fundaciones Produce del país están capacitados para proporcionar el mantenimiento y operación de las Estaciones Agroclimáticas INIFAP-SAGARPA-COFUPRO.

México cuenta con una red de 825 estaciones agroclimáticas, ubicadas en las principales áreas agrícolas y ganaderas y con cinco mil 500 estaciones del Servicio Meteorológico Nacional, las cuales ofrecen diariamente información sobre precipitación, temperatura, humedad relativa, radiación solar, viento, (velocidad y dirección) y humedad del suelo, información de gran utilidad para que los productores puedan enfrentar los efectos del cambio climático, señaló el Dr. Mario Tiscareño López, director general de la empresa Agroclima.

El Dr. Tiscareño López fue invitado por el presidente de la Coordinadora Nacional de las Fundaciones Produce, COFUPRO, MVZ, Mauricio Lastra Escudero, a participar en el Tercer Seminario Regional Agricultura y Cambio Climático: Nuevas Tecnologías en la Mitigación de la Agricultura al Cambio Climático, con la ponencia “Red Nacional de Estaciones Estales Agroclimáticas: el Rol de las Fundaciones Produce”, celebrado en el auditorio Raúl Prebisch de la sede de la Comisión Económica para América Latina, CEPAL.

Durante su participación señaló que el personal de las Fundaciones Produce en los estados tiene la capacidad de operar las estaciones, proporcionar el mantenimiento, reponer equipos dañados y obsoletos, ofrecer capacitación, solicitar los apoyos económicos necesarios ante las dependencias federales y estatales, así como atender la demanda de información de los productores y ganaderos.


Detalló que la Red Nacional de Estaciones Agroclimáticas INIFAP-SAGARPA-COFUPRO cuenta con sensores de gran capacidad, los cuales registran la variación del clima, información de gran utilidad para la toma de decisiones en los campos agrícolas.

Ante investigadores, científicos y técnicos de América Latina señaló que México deberá adaptar su agricultura ante los efectos del cambio climático mediante estrategias tecnológicas que le permitan proteger sus cultivos y ganado ante las variaciones de clima extremo; para ello será necesario contar con sistemas de alerta, tecnologías para el manejo del agua, mejoramiento genético de cultivos, conservación de los recursos naturales e innovaciones institucionales, como seguros agropecuarios y créditos más flexibles para el campo mexicano.
El presidente de la COFUPRO, reflexionó sobre el tema y expresó que el cambio climático obliga a productores, autoridades federales, estatales, municipales, y diputados a tomar medidas de adaptación que le permitan al productor hacerle frente a eventos de orden catastrófica. 

Se pronunció por la utilización de mayor tecnología, información e instrumentos financieros que protejan las inversiones de los productores; urgió a tomar acciones más eficaces de capacitación y capitalización de los pequeños agricultores.

Participaron en la reunión interesados en la generación de tecnologías para enfrentar los impactos del cambio climático en la agricultura, de instituciones de América Latina, entre ellos México, Brasil, Chile, Argentina, Uruguay, Costa Rica, Honduras, Panamá, Colombia y Perú, entre otros.

Se presentó información sobre avances en sistemas de alerta temprana, nanotecnología, telecomunicación e informática, biocombustibles y energía, entre otros.

El foro permitió detectar cual es el status de la tecnología para el sector agropecuario en América Latina ante los retos que imponen los mercados internacionales y el cambio climático. Se discutió sobre estrategias para acelerar la transferencia de tecnología ya que se detectó que existe un gran cúmulo de información pero la aplicación por parte de los productores es muy limitada.

Foto: La Red de Estaciones Agroclimáticas cuenta con sensores capaces de detectar la precipitación, temperatura, humedad relativa, radiación solar, viento (velocidad y dirección) y humedad del suelo.

El cambio climático afectará al turismo y a los ecosistemas marinos



Los efectos del cambio climático como el aumento del nivel del mar, las temperaturas más altas del agua, la altura del oleaje y el aumento de la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos afectarán al turismo y a los ecosistemas marinos.
Estos efectos del cambio climático ya están presentes en el mar Mediterráneo, sobre todo en la parte de Valencia. Miguel Rodilla es un biólogo de la Universidad Politécnica de Valencia y ha comentado que todas las edificaciones, paseos marítimos y costas de Valencia tendrán que cambiar su aspecto actual para adaptarse a estos efectos del cambio climático.

El Mediterráneo es especialmente sensible al fenómeno de acidificación impulsado por el cambio climático, que supone el aumento de la acidez del agua, debido al incremento de dióxido de carbono en la atmósfera. Esto también provoca un evidente incremento de la estratificación del agua. Consiste en que hay una gran dificultad en el agua para poder mezclarse, lo que conlleva a un problema de disponibilidad de nutrientes.

Aumento de la mortandad de especies y adaptación

Por las razones mencionadas anteriormente se han registrado aumentos en la mortalidad de muchas especies como las gorgonias y otras especies como las algas calcáreas tienen dificultad para poder sobrevivir (esto se debe a que las algas necesitan concentraciones altas de carbonato cálcico que deja de estar disponible por un aumento de CO2 en el agua).
El incremento del nivel del mar modificará las playas y el cambio de frecuencia y magnitud de los temporalesproducirá daños y generará problemas en las estructuras costeras. Tan sólo un ligero aumento de ese nivel puede afectar mucho al acuífero costero y generar problemas de disponibilidad de agua dulce.

foto:www.taringa.net





El cambio climático actual 

Combustibles fósiles y calentamiento global

A finales del siglo XVII el hombre empezó a utilizar combustibles fósiles que la Tierra había acumulado en el subsuelo durante su historia geológica. La quema de petróleo, carbón y gas natural ha causado un aumento del CO2 en la atmósfera que últimamente es de 1,4 ppm al año y produce el consiguiente aumento de la temperatura. Se estima que desde que el hombre mide la temperatura hace unos 150 años (siempre dentro de la época industrial) esta ha aumentado 0,5 °C y se prevé un aumento de 1 °C en el 2020 y de 2 °C en el 2050.
Además del dióxido de carbono (CO2), existen otros gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global, tales como el gas metano (CH4) óxido nitroso (N2O), Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6), los cuales están contemplados en el Protocolo de Kioto.
Los últimos años del siglo XX se caracterizaron por poseer temperaturas medias que son siempre las más altas del siglo.[cita requerida]
Rachel Kyte, vicepresidente para Desarrollo Sostenible del Banco Mundial anunció en el año 2013, que el costo económico por los desastres naturales aumentó cuatro veces desde 1980.

Planteamiento de futuro

Tal vez el mecanismo de compensación del CO2 funcione en un plazo de cientos de años, cuando el Sol entre en un nuevo mínimo. En un plazo de miles de años, tal vez se reduzca la temperatura, desencadenándose la próxima glaciación, o puede que simplemente no llegue a producirse ese cambio.

En el Cretácico, sin intervención humana, el CO2 era más elevado que ahora y la Tierra estaba 8 °C más cálida.

Esquema ilustrativo de los principales factores que provocan los cambios climáticos actuales de la Tierra. La actividad industrial y las variaciones de la actividad solar se encuentran entre los más importantes.

Tecnología japonesa ayuda a los agricultores con el cambio climático



Panasonic y Fujitsu trabajan en invernaderos automáticos y campos controlados por sensores que aseguren las condiciones climáticas adecuadas para el cultivo
Estas firmas tecnológicas japonesas están aplicando su experiencia en el ahorro de energía y en la tecnología en la nube para ayudar a los agricultores a lidiar con los cambios en el clima, las importaciones más baratas y la disminución de la mano de obra.
Panasonic, Fujitsu y otras, buscan una oportunidad en un nicho de mercado para compensar la caída en la demanda de electrónica de consumo. Para ello están trabajando en invernaderos automáticos y campos controlados por sensores que aseguren condiciones constantes para producir verduras de alta calidad durante todo el año.
Fujitsu dice que su sistema agrícola Akisai en la nube, supone que los usuarios pueden sentarse detrás de un escritorio en Tokio o incluso en Nueva York, mientras cultivan verduras en Shizuoka, utilizando una tableta para controlar aspersores, ventiladores y calefactores en respuesta a los cambios en la temperatura y la humedad detectados por los sensores en campos o invernaderos.
Las compañías también están convirtiendo fábricas en campos de cultivo: Toshiba comenzará a cultivar en una antigua planta de disquetes cerca de Tokio, mientras que Panasonic está cultivando rábanos y lechugas dentro de una fábrica de Singapur, y Sharp Corp probando a cultivar fresas en interior, en Dubai.



Tecnologías y cambio climático 







En contraparte, las TIC contribuyen de manera indirecta al control de GEI; el monitoreo ambiental y las redes de comunicación que existen en todo el mundo hacen posible la toma de decisiones oportunas en la prevención y corrección y son el sostén de las medidas de emergencia antes, durante y después de una contingencia ambiental.
En efecto, las TIC pueden contribuir a la solución integral del cambio climático, y por este motivo los países están obligados a adoptar medidas relacionadas con la transferencia de tecnología, el financiamiento, la agricultura, los seguros, la deforestación, la adaptación, la mitigación, el desarrollo de nuevas políticas para la vigilancia y el uso de tecnologías verdes, entre otros. Los tratados internacionales y las políticas nacionales intentan enriquecer las actividades mundiales encaminadas a mitigar el cambio climático y a adaptarse al mismo. “Si bien es importante seguir tratando de reducir las emisiones de GEI, la mitigación por sí sola no es suficiente y no se percibirá antes de la segunda mitad del siglo XXI”, afirma la Organización de Estados Iberoamericanos.
Las tecnologías de la información y la comunicación desempeñarán un papel esencial en la lucha contra el cambio climático, ya sea en la vigilancia, la predicción o el apoyo en la adaptación al mismo.
El aporte de mayor relevancia que tienen las TIC en la previsión meteorológica, la predicción y detección de los desastres naturales, es a través de sistemas de observación especializados, como los de la Organización Meteorológica Mundial, que es un sistema que registra cambios atmosféricos y de la superficie terrestre, incluidos los océanos, y el Sistema Mundial de Telecomunicación, que lleva a cabo el intercambio en tiempo real de un gran volumen de datos entre los centros meteorológicos. Sin embargo, no sólo participan en el plano de la vigilancia, sino que hacen su aporte en otro campo, que es la reducción de carbono debido a la disminución o sustitución de la necesidad de viajar.